Aquí, cada copa es un portal a lo desconocido, un viaje hacia la raíz y la esencia. El vino no solo se bebe, se vive; en cada sorbo, la tierra susurra su historia, el sol acaricia los viñedos y el tiempo deja su huella.
Nuestros sommeliers serán tus guías en este rito, desnudando cada vino hasta su alma, mientras nuestros chefs crean maridajes que desatan lo sublime. Las imágenes y los sonidos se funden con los sabores, creando un paisaje sensorial que te sumerge en la esencia de cada botella.
En SOMM, el vino es un misterio por descubrir, una experiencia que se vive hasta el hueso.